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¿Estas buscando termometros para la piscina?El hecho de tener una piscina nos ayuda a poder disfrutar de baños privados siempre que queramos; y es que no hay nada como llegar a casa después de trabajar en un duro día de verano, ponernos el bañador y darnos un buen chapuzón en la piscina. Sin embargo, no todos son ventajas: las piscinas requieren de un cierto mantenimiento para que puedan estar en buenas condiciones porque, de lo contrario, nuestro baño puede quedar completamente estropeado.
Existen piscinas que funcionan con un sistema de temperatura controlada, son más caras, además de más tediosas de mantener, pero nos dan la ventaja de que nos podremos bañar en cualquier momento del año.
Hay muchas maneras de asegurarnos de que el agua de la piscina está en la temperatura correcta, antes de que literalmente nos congelemos a la hora de meternos en ella.
La forma más rápida de hacerlo es mediante termómetros para piscinas. Uno de estos termómetros es un buen recurso para saberlo de forma precisa; además, son muy similares a los que podemos usar para medirnos la temperatura cuando, por ejemplo, tenemos fiebre. Por lo general, disponen de un cordel que nos ayudará a recuperarlos una vez que los echemos al agua. En muy poco tiempo tendremos la medición que estamos buscando.
La tecnología ha avanzado mucho en los últimos tiempos, por lo que ahora se pueden conseguir termómetros para piscinas que sean capaces de darnos la temperatura con tan solo el mínimo contacto con el agua; es decir, que con tan solo tirarlos y recogerlos, conseguiremos la temperatura deseada.
Estos termómetros los podemos encontrar en una enorme serie de tamaños, diseños y formas.
Te explicamos a continuación los tipos de termometros que disponemos en nuestro catalogo.
Termómetros Analógicos: Los termómetros para piscinas analógicos son los más clásicos, los que se han usado durante toda la vida. Son bastante precisos, pero no son tan fáciles de usar. A veces no se puede discernir la diferencia entre décimas, por lo que si queremos controlar la temperatura exacta, es posible que no sean la mejor opción.
Termómetros Digitales: Por lo general, los que funcionan de manera digital son más sencillos de utilizar, y la posibilidad de error es mínima (aunque, claro está, habrá que analizar cuando es el porcentaje de error y tenerlo en cuenta). Los digitales tienen una pequeña pega y es que, para funcionar, requieren de una buena de alimentación. Pueden cargarse con pequeñas pilas o, incluso, hasta con la radiación solar. Normalmente no nos dan problemas de autonomía, ya que la duración es máxima… pero conviene tener cuidado por si acaso.
Dependiendo del tipo de uso, también los podemos clasificar de la siguiente manera:
Termómetros Flotantes: Son los más recomendados, ya que conseguirán saber la temperatura con tan solo entrar en contacto con el agua desde la superficie. Suelen tener una sonda que es el elemento que se encargará de realizar la medición.
Termómetros Sumergidos: Los sumergidos son algo más complejos de utilizar, ya que habrá que tirarlos, esperar a que se hundan, y luego recogerlos. Tenemos que recordar que es posible que el agua del interior esté a una temperatura diferente de la del exterior, por lo que estos termómetros se consideran mucho más precisos. El hecho de saber la temperatura que hay en el fondo nos ayudará a saber si nos vamos a congelar o no una vez que nos hayamos metido en la propia piscina.
Dependiendo de lo que estemos buscando, tan solo tienes que echar un vistazo a nuestra sección de termómetros para piscinas y no tardarás en hacerte con el modelo que más se ajusta a tus especificaciones.